POEMA # 58.794.924,588
Dolor, como en el parto.
Sentirás dolor pero luego
sonreirás. Como en el parto. Y será mejor que nunca, te lo juro.
Indecentes proposiciones te
hago porque puedo y si la noche se apaga no puedo nada de nada, sino solamente el
dolor del comienzo y sonreír después.
No hay luz que se compare con
la tuya. No encuentro otra razón, no voy a mentirte.
Y soy muy maleducada -¡sí,
señor!- porque respondo a tu pregunta con otra: ¿por qué querés saber si te
quiero?
Me descubriste… No son malos
modales, es que temo responder sin más.
Ay, era obvio, mi amor, no sos
ningún genio.
Cuando el verano se enfrió,
todxs partieron a buscar calor a otros lugares. Pero en el aire aún se aprecia
la esencia, la energía de aquello que una vez existió aquí. El hedor del patíbulo
es penetrante y perfora mi nariz con la fuerza de un taladro industrial.
En el aire se percibe el
hastío, la violencia.
Pues cada celda de tu cárcel
encerró una parte de mi vida hasta que no quedé
nada.
Marina Melantoni © Todos los derechos reservados.
Créditos de la foto: Ángeles Massone © Todos los derechos reservados.
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